TISSOT ¿Cómo se fabrica el cristal de zafiro?

Zafiro
El cristal de zafiro aporta al reloj una resistencia excepcional a los golpes y una claridad superior que realza la visibilidad de la esfera y las agujas. Considerado el material más duro después del diamante, se utiliza en relojería de lujo por su extraordinaria capacidad para resistir arañazos. Además, permite múltiples formas y acabados —planos, abombados, cóncavos o esmerilados— que enriquecen el diseño y la elegancia de cada pieza.

El cristal de zafiro en los relojes Tissot

El cristal de zafiro es uno de los elementos más valorados en la relojería de alta gama. En Tissot, su incorporación garantiza resistencia, transparencia y una elegancia distintiva en cada modelo. La compleja fabricación de este material refleja el compromiso de la marca con la precisión y la calidad suiza.

1. Creación del zafiro sintético
Para los relojes Tissot, el zafiro se produce de forma sintética a partir de óxido de aluminio puro. Este proceso, mediante los métodos Verneuil o EFG, somete el material a altísimas temperaturas hasta formar un cristal sólido y de estructura perfecta, ideal para cumplir los exigentes estándares de la marca.

2. Corte y conformado a medida
Una vez formado, el cristal de zafiro se corta y modela con herramientas de diamante para darle la forma exacta que cada reloj Tissot requiere. Desde superficies planas hasta esferas abombadas o cóncavas, cada diseño se adapta con precisión a la estética de cada colección.

3. Pulido y perfeccionamiento
El pulido minucioso elimina imperfecciones y otorga al cristal de zafiro su inconfundible transparencia. Este proceso garantiza la máxima nitidez en la lectura de la hora y realza la belleza de la esfera y las agujas de cada reloj Tissot.

4. Control de calidad suizo
Cada cristal de zafiro de Tissot pasa por rigurosos controles de calidad que certifican su resistencia a los arañazos, su durabilidad y sus propiedades ópticas. Así, se asegura que cada pieza cumpla con los estándares suizos de excelencia.

Conclusión

Gracias a este sofisticado proceso, Tissot logra dotar a sus relojes de un cristal prácticamente irrayable y con una claridad superior, capaz de proteger y realzar cada diseño. Una característica que convierte a cada reloj Tissot en una pieza de precisión y elegancia, lista para acompañarlo por muchos años.

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