Buena práctica de RRHH: ofrecer regalos a los empleados por las fiestas

Regalos de Navidad para mostrar su aprecio.

¿Su empresa pudo sumar un año más a su existencia? Esto no se hizo por casualidad. Se necesitó la contribución de todos sus equipos y cada empleado tuvo que hacer un esfuerzo para llevar a cabo sus misiones con éxito. Visto desde este ángulo, ofrecer regalos a los empleados para las fiestas tiene sentido. Este es un acto de agradecimiento.

Además, es una forma de mejorar su marca, es decir, la forma en que los empleados perciben a los directivos y a la empresa.

La forma más fácil es ofrecer el mismo regalo a todos para poner a los empleados en igualdad de condiciones. De esta forma, nadie se sentirá favorecido o desfavorecido, lo que reducirá la competitividad en favor de la cohesión. En su lugar, se prestará especial atención en forma de mensajes personalizados, reflejados en tarjetas de felicitación.

Si tiene pocos empleados, no dude en escribir una palabra diferente para cada uno de ellos. En el caso de una gran empresa, los deseos pueden diferir según los servicios. Así que son los mensajes de agradecimiento los que marcarán la diferencia. De lo contrario, sus empleados sentirán que están recibiendo obsequios ordinarios.

Regalos de fin de año como recompensa

A menudo hay empleados que se destacan mejor que otros. ¡No son todos iguales! Cada año, hay quienes se esfuerzan por hacerlo mejor, y lo logran, pero también hay quienes enfrentan dificultades para lograr sus objetivos. El propósito de los obsequios excepcionales es recompensar a los empleados que lo merecen y motivar a otros a seguir mejorando.

El Departamento de Recursos Humanos puede ofrecer regalos a sus empleados por las fiestas para felicitarlos por:

• Cumplir o superar los objetivos
• La contribución directa al aumento de la facturación
• La aportación de ideas innovadoras
• Lealtad a la empresa, en función de la antigüedad
• Espíritu de equipo

De igual forma, es posible ofrecer obsequios a los empleados por Navidad y Año Nuevo como regalo de jubilación. Esta opción se aplica principalmente a los empleados con una antigüedad significativa en la empresa.

Es un buen momento para informar a los empleados sobre estos premios a principios de año. Las condiciones de asignación deben especificarse claramente. Esto los motivará a darlo todo en sus tareas y si no son «elegibles» para recibir regalos, no se sentirán agraviados.

Dar regalos a los empleados por las fiestas: sí, pero ¿cuáles?

No es fácil satisfacer a todo el mundo, sobre todo si decides ofrecer lo mismo a todo tu personal. Aquí hay algunas ideas para inspirarte.

El giftcard regalo: un gran clásico

Este tipo de obsequio es más que práctico, porque realmente no tiene que preocuparse por lo que puede o no complacer a sus empleados. Todo lo que tiene que hacer es definir el presupuesto asignado a cada uno de ellos trabajando con los departamentos de contabilidad de tu empresa. Además ofrece un certificado de regalo a cada empleado que luego puede ofrecerse el regalo de su elección.

Sin embargo, no es la mejor opción para fortalecer las relaciones con sus equipos. Es un regalo impersonal. Sus empleados podrían concluir rápidamente que has tomado el camino más fácil, que es solo un gesto convencional.

Recuerde que dar regalos a los empleados para las fiestas no es solo una cuestión de precio. La tarjeta de felicitación personalizada tiene sentido. Es la palabra que escriba en él la que le dará valor al giftcard y contribuirá a la satisfacción del empleado que lo recibe.

¿Por qué no un regalo de alta gama?

A menos que conozca bien a cada uno de sus empleados, le resultará difícil satisfacerlos a todos. La forma más sencilla es regalar un producto que hará feliz a todos, práctico, usable y original:

Un reloj de alta gama con el logo de su empresa.

Un evento para disfrutar de un buen rato juntos

Dar regalos a los empleados para las fiestas no se limita a paquetes y sobres envueltos. Un evento que reunirá a todos los equipos también es una excelente opción. Organizándose con antelación, podría dedicar un día de trabajo al ocio. El sistema es simple: todos vienen a la oficina, pero nadie trabaja. Toque música, ofrezca comida y bebida, prepare un poco de música.

También puede invitar a sus equipos a un restaurante. Es recomendable reservar para asegurarse de que todos puedan sentarse. Dos opciones están entonces disponibles para usted. La primera es dejar que cada uno pida lo que quiera.

Sin embargo, sus empleados pueden sentirse incómodos con los precios del menú. Los menos escrúpulosos no dudarán en pedir las comidas y bebidas más caras. La segunda es encargarse con antelación de ordenar un menú fijo. Sus empleados no sabrán cuánto ha gastado, pero guardarán un muy bonito recuerdo de estos momentos de convivencia.